
Dicen por ahí que somos dueños de nuestra mente,
de nuestros pensamientos,
si supieran que aquí el que elige eres tú.
Trato de mantenerme ocupada
pero fácilmente me disperso
y, sin siquiera quererlo,
me encuentro pensando en ti.
Más pendiente que de mí misma
te imagino, te creo.
Me inquieta saber en qué estarás gastando tu energía
ya que la mía se fue contigo.
Espero ansiosa tu llamado
aunque todo suele morir en mi ansiedad.
A veces quisiera que sólo fueses algo efímero,
que pronto se irá.
Porque no soporto la idea de verte
y que entres silenciosa pero vigorosamente en mí.