Impenetrable,
¿será que detrás de aquél nombre se esconden?
¿será que les sirve para desligarse?
Como algo que no puede ser,
como algo que no debe ser.
Algo imposible, por ende, sin sentido.
Dejar a la deriva una tierra llena de cultura,
con sus recuerdos vivos y latiendo.
Latiendo tanto que duele,
como cada gota de sangre que corre por sus venas,
como el hambre,
como la desolación,
como el abandono,
duele, duele tanto…
Es más fácil hacer vista gorda,
olvidar a los olvidados de siempre.
¿cuándo será el día que volvamos a ellos?
A los que no destruyen,
a nuestra historia,
a una historia que quedó petrificada en el tiempo,
a nosotros mismos.
¿será que merecen tanta indiferencia?
¿será que nunca supimos valorar la grandeza de sus pueblos?
O que simplemente en vez de elegir lo que nos representa,
preferimos seguir e idolatrar con estandartes
ideales de una civilización que vino a destruir nuestro mundo.